13/12/2025 - Edición Nº387

Junín

Gastronomía

El boom de las pizzas al estilo napolitano en Junín, una tradición italiana con sabor local

08/12/2024 | Este formato, caracterizado por su masa delgada, bordes inflados y textura suave, ha capturado los paladares de los juninenses, acostumbrados por tradición a la media masa o al molde, y se convirtió en una tendencia culinaria que sigue en expansión.


por Agustín Panizza


Junín está viviendo una auténtica revolución gastronómica gracias al auge de las pizzas al estilo napolitano. 

Este formato, caracterizado por su masa delgada, bordes inflados y textura suave, ha capturado los paladares de los juninenses y se convirtió en una tendencia culinaria que sigue en expansión. 

Entre los protagonistas de este fenómeno están Villa Pizza, Nápoles, Il Partigiano, Barrio Birra y Banca el Farol, que han logrado destacarse por ofrecer un producto artesanal y de calidad.

La pizza napolitana, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, tiene un estilo único que se logra con pocos ingredientes, pero de altísima calidad. 

La masa, preparada con harina tipo 00, se deja fermentar durante varias horas para garantizar su ligereza. Luego, se hornea a temperaturas superiores a los 400 °C, lo que crea ese inconfundible borde ligeramente quemado y su textura esponjosa.

En Junín, este estilo está ganando terreno con propuestas que respetan la tradición italiana, pero agregan toques locales para cautivar a los clientes, que venían acostumbrados a la pizza al molde o media masa que siempre se sirvió en nuestra ciudad, desde la llegada de los primeros inmigrantes.

“Decidí ir por la industria de la prepizza”

Villa Pizza se ha convertido en un punto de referencia para los amantes de la pizza napolitana que quieran comer en sus casas, ya que comercializan la prepizza lista para agregarle el queso y los ingredientes que uno desee.

Al respecto, el responsable Martín Malteses dijo a El Diario del Lunes: “Básicamente, hace más de 12 años que hago marketing digital. Hace un tiempo me cansé de la compu, necesitaba relajar mi mente. No sé exactamente cuándo empezó la pandemia, pero viste que cuando en la pandemia se puso de moda la masa madre, yo en vez de ir por ahí fui buscando una alternativa”. 

“Me gustó mucho el proceso de la pizza napolitana. Siempre lo tuve escondido como un hobby. Soy muy obse, así que me metí de lleno, pero como un hobby, dándole de comer a mis amigos, a mi familia y no mucho más”, recordó.

“Arranqué con un hornito chiquitito y eso se fue transformando, fue creciendo. Como me gustan mucho los modelos de negocio, decidí ir por la industria de la prepizza en vez de por la pizza, porque también quería combinarlo con seguir trabajando en marketing digital de manera independiente*, destacó.

Según dijo, comenzó como un hobby y fue creciendo: “Cuando me independicé del marketing digital, le empecé a dar más importancia a la pizza napolitana. Lo más loco fue que un día me mandaron un mensaje y me dijeron: ‘Che, ¿por qué no te anotás en un mundial?’. Terminé yendo al primer y único mundial de pizza napolitana que se hizo en Argentina, en Costa Salguero. Mi participación ahí generó mucho impacto”.

“El proceso de la pizza lo hago con un prefermento familiar a la masa madre, que se llama biga. Amaso con una hidratación alta, temperaturas justas y un porcentaje de levadura muy bajo, casi inexistente. Eso hace que las pizzas sean mágicas, pero sobre todo saludables” afirmó Maltese.

“Siempre digo que mi prepizza es para comer al mediodía o a cualquier hora sin sentirte pesado. Uso prefermento, descanso la masa 48 horas en frío, y recién ahí la llevo a un horno de entre 400 y 450 grados. Son pizzas que se cocinan en menos de dos minutos”, subrayó.

“El formato de prepi lo elegí porque tenía un propósito: que cada cual la haga como quiera. Me encanta ver la magia que hace la gente con mis prepizzas. Además, tengo un formato en el que voy a restaurantes”, indicó. 

“Hace poco estuve en Banca el Farol y fui a Pizzaiolo por una noche, usando combinaciones únicas, como garrapiñadas y miel. Es un cable a tierra enorme. Disfruto muchísimo que las familias las compren, las congelen y las disfruten cuando quieran”, señaló.

En relación a cómo aprendió a hacer la pizza estilo napolitano, Maltese confirmó: “Soy muy autodidacta. Empecé con tutoriales en YouTube, pero como no terminaban de salir, hice un curso en la Escuela Pizzaiolo, que es italiana y tiene sede en Buenos Aires. Ahí le di forma al aprendizaje. Lo interesante es que todo el tiempo tenés variables nuevas: la temperatura ambiente, del agua, de la harina, la humedad. Así que todos los días es un ejercicio nuevo. La formación fue clave, pero la práctica constante lo es todo".

“Nos gustó cómo salió”

La pandemia no solo trajo cambios en las rutinas laborales y sociales, sino que también dio origen a proyectos que encontraron su espacio en medio del aislamiento. 

Este fue el caso del emprendedor juninense Enzo Castelli, que transformó su pasión por la pizza en un negocio exitoso llamado Nápoles, impulsado por la aceptación del público y el aprendizaje constante.

"En ese momento, no tenía idea de si había otro estilo de pizza como la que estábamos haciendo. Siempre fui fanático de la pizza, pero trabajaba en otro lado. Cuando llegó la pandemia, el cambio de horario en mi trabajo me permitió liberarme un poco. Con mi señora, que me ayudó muchísimo, decidimos intentarlo como un proyecto familiar", comentó a este diario.

La idea de dedicarse al estilo napolitano surgió casi por casualidad. "Uno va chusmeando en las redes y eso te facilita mucho. Empezamos a probar y nos gustó cómo salió. Aunque, claro, nada que ver la pizza que hacíamos al principio con la que estamos largando ahora. Seguimos mejorando a través de cursos, mirando videos y practicando. Parece algo sencillo, pero no se trata sólo de mezclar harina y agua. Hay mucho para aprender, mejorar y probar”, agregó.

El contexto de la pandemia fue clave para el despegue del negocio. "La gente no salía mucho, y nosotros, al tener solo delivery, crecimos rápido en ese momento. Eso nos ayudó muchísimo. Al año de haber empezado, dejé mi trabajo y me dediqué de lleno a la pizzería”, indicó.

El menú que ofrecen incluye variedades clásicas y algunas más innovadoras. "Hacemos las típicas: especial, fugazzeta, anchoas. Pero también agregamos otras como la de burrata, que es algo fuera de lo común. Por supuesto, no falta la Margherita, que es como una muzzarella, pero con hojas de albahaca fresca”, afirmó.

El proceso de amasado fue evolucionando con el tiempo. "Al principio amasábamos a mano y era bastante pesado. Luego nos prestaron una amasadora tradicional, y con el tiempo pudimos comprar una rápida, que es ideal para este estilo de pizza. Cada cambio mejoró muchísimo la calidad del producto”, sostuvo.

El secreto detrás de la masa está en los detalles. "Usamos un porcentaje muy bajo de levadura y le damos un descanso largo, con temperatura bien controlada, de mínimo 24 horas y hasta 72. Eso hace que la masa cambie y el resultado sea diferente en cada pizza. También probamos con diferentes harinas y llegamos a una mezcla que nos gusta mucho. Es nuestro pequeño secreto, porque nos costó mucho llegar al resultado que tenemos hoy", confirmó.

Aunque actualmente trabajan solo con delivery, el emprendedor no descarta expandirse. "Estamos buscando un local para seguir creciendo, pero no es fácil. Por ahora seguimos en Italia 921. La gente respondió muy bien desde el principio, a pesar de estar acostumbrada a la pizza tradicional de media masa. Al ser algo distinto, se coparon con la propuesta y eso nos dio una gran mano", destacó.

La combinación de pasión, aprendizaje constante e innovación posiciona a este emprendimiento como un actor clave en el boom de la pizza napolitana en Junín. "Esto no termina acá. Siempre hay algo para mejorar, para cambiar, para innovar. Es un proceso constante que disfruto muchísimo”, concluyó.

Un fenómeno que crece

El éxito de estas pizzerías no es casualidad. Los juninenses han encontrado en estas propuestas no solo un sabor único, sino también un espacio para disfrutar de momentos especiales. Este boom no solo refleja una tendencia gastronómica global, sino también el deseo de consumir productos de calidad, elaborados con cuidado y pasión.

Con cada bocado, estas pizzas al estilo napolitano no solo llenan de sabor las mesas de Junín, sino que también conectan a la ciudad con una tradición culinaria centenaria que, lejos de estar limitada a Italia, sigue conquistando el mundo.

Molinos Chacabuco apuesta al auge de la pizza napolitana

En el marco del boom de las pizzas al estilo napolitano en Junín, la empresa Molinos Chacabuco no quiso quedarse fuera de esta tendencia. 

Recientemente, lanzó al mercado su propia harina 00, ideal para la elaboración de masas livianas y esponjosas, características esenciales de este tipo de pizza.

Con esta incorporación, los amantes de la cocina pueden recrear en sus hogares la experiencia de una auténtica pizza napolitana, utilizando un producto de calidad elaborado en la Región

Este lanzamiento no solo responde a la creciente demanda gastronómica, sino que también busca posicionarse como una opción clave para quienes disfrutan de preparar sus comidas de manera artesanal.

Molinos Chacabuco se suma así a este fenómeno, promoviendo la tradición italiana desde las cocinas locales.