
Este año, la Navidad llegó acompañada de un fenómeno poco habitual para Junín y la región noroeste bonaerense: temperaturas sorprendentemente bajas que rompieron con las expectativas de calor intenso típicas de esta época.
En la madrugada del 25 de diciembre, el termómetro marcó apenas 14 grados, mientras que por la tarde alcanzará una máxima de 24 grados, según el informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El clima se sintió más otoñal que veraniego, con vientos regulares a intensos provenientes del sur, que más tarde rotaron hacia el sudeste. Esta combinación no solo brindó alivio a quienes suelen padecer las altas temperaturas de diciembre, sino que también cambió el ánimo y las costumbres de la celebración.
En las calles de Junín y alrededores, se vio a los vecinos usando camperas livianas y sacos en pleno verano. Las reuniones al aire libre se tornaron más cómodas, sin la necesidad de abanicos ni ventiladores.
Para el jueves, el SMN prevé condiciones similares, con temperaturas que oscilarán entre los 14 y los 25 grados, y vientos que seguirán soplando desde el sudeste, rotando al este. Esta estabilidad climática se mantendrá hasta el sábado, con un leve ascenso en las temperaturas hacia el fin de semana: el viernes se espera una máxima de 26 grados, y el sábado, 28 grados.
El fenómeno despertó curiosidad y reflexión entre los habitantes de la región, quienes se preguntan si este clima inusual podría estar relacionado con cambios más profundos en los patrones meteorológicos.