
Las lluvias sostenidas de febrero y las precipitaciones de la última semana han provocado un notable incremento del caudal en las lagunas de Junín, en especial en la de Gómez, donde El Diario del Lunes realizó una recorrida este sábado 1 de marzo.
Este fenómeno renueva la discusión sobre la gestión del agua en la región y la necesidad de reactivar el Comité de Cuenca del Salado.
Desde la Sociedad Rural de Junín impulsaron una reunión con la intendenta de General Arenales, Érica Revilla, quien preside el Comité de Cuenca, con el objetivo de reactivar su funcionamiento.
La inactividad del organismo ha generado preocupaciones en el sector productivo y en las comunidades locales, debido a la falta de avances en temas claves como la actualización del protocolo de manejo de compuertas, el dragado del Canal de las Horquetas y el sector de El Carpincho, y la gestión de los excedentes hídricos en la zona de Teodelina y sus alrededores.
El aumento del caudal en las lagunas es un indicador de la importancia de una planificación eficiente del manejo del agua.
En la reunión, también se expresó la preocupación por la situación de 44 productores que fueron afectados por la expropiación de sus tierras para la realización de obras hídricas y que aún no han recibido el pago correspondiente.
La Sociedad Rural de Junín y otros sectores involucrados insisten en la necesidad de una gestión hídrica responsable, equitativa y sustentable, para evitar medidas improvisadas en momentos críticos.
La reactivación del Comité de Cuenca se presenta como una herramienta clave para coordinar esfuerzos y establecer estrategias comunes que permitan afrontar los desafíos hídricos de la región con previsión y eficiencia.
La peor sequía de la historia
Hace unos cuatro años, Junín y la Región noroeste bonaerense comenzaron a vivir una de las peores crisis climáticas de su historia, que se empezaba a percibir con la bajante de las lagunas.
La sequía más severa jamás registrada no solo golpeó la actividad agrícola y ganadera, sino que dejó sin agua a la emblemática Laguna de Gómez, un ícono natural y cultural de la Región.
Diciembre de 2020 marcó el inicio de un período de lluvias extremadamente escasas, agravado por temperaturas récord y una evaporación acelerada que, además, dejó sin agua a otros reservorios de la cuenca del Río Salado.
La Laguna de Gómez, epicentro de la vida recreativa y turística de Junín, se secó por completo ya en febrero de 2024, dejando un paisaje desolador de grietas y sedimentos, además de distintos objetos, como barcos hundidos, al descubierto.
Actualmente, ese espejo de agua, al igual que Mar Chiquita, empezó a recuperar gran parte del caudal, gracias a las lluvias sostenidas de lo que va del año, que crecieron con respecto a los años anteriores.
La vuelta de los deporte náuticos y el turismo
Después de un período marcado por la sequía y la preocupación, durante unos cuatro años, la Laguna de Gómez, ubicada en el partido de Junín, celebra la recuperación de su caudal, lo que permite el esperado regreso de los deportes náuticos.
Este espejo de agua, icónico en la región del noroeste bonaerense, había sufrido una importante baja en su nivel debido a la falta de lluvias y las altas temperaturas desde diciembre de 2020, impactando tanto en la actividad recreativa como en la economía local.
Entre abril de 2024 y lo que va de 2025, las lluvias sostenidas y el mejoramiento de las condiciones hídricas le devolvieron a la Laguna su esplendor.
Esto generó entusiasmo no solo entre los aficionados de disciplinas como el kayak, el windsurf y el kitesurf, sino también entre comerciantes y emprendedores que dependen del turismo que este atractivo natural genera.