Tres heridos de bala: incidentes empañan el empate entre Sarmiento y Barracas Central en Junín

En un partido que prometía ser una fiesta del fútbol, Sarmiento de Junín y Barracas Central terminaron empatando 1-1 en el Estadio Eva Perón, con los goles de Pablo Magnín y Gonzalo Morales por la fecha 9 del Torneo Apertura 2025. 

Sin embargo, el encuentro quedó marcado por incidentes violentos fuera del estadio que opacaron la jornada deportiva.

Los hechos

Mientras el partido se desarrollaba con normalidad en el campo, a aproximadamente 300 metros del estadio, dos motocicletas llegaron a las inmediaciones y sus ocupantes comenzaron a disparar al aire con armas de fuego.

Se registraron al menos 15 disparos, dejando un saldo de al menos tres heridos de bala (cuatro en total), quienes fueron atendidos y trasladados al Hospital Interzonal General de Agudos Dr. Abraham Félix Piñeiro de Junín.

Reacción y desarrollo del partido

A pesar de la gravedad de los hechos, el árbitro Andrés Merlos fue informado por las autoridades de seguridad y decidió continuar con el partido sin interrupciones.

La noticia de los incidentes se difundió rápidamente entre los asistentes, generando preocupación y malestar en las tribunas.

En lo estrictamente futbolístico, durante el primer tiempo se vio un encuentro parejo, donde el visitante comenzó presionando un poco más arriba y teniendo llegadas de mucha claridad. Fue en esos minutos que Lucas Acosta, el arquero sarmientista, comenzó a convertirse en la gran figura del partido sosteniendo el 0 en su arco.

El encuentro se detuvo a los 26 de la primera etapa debido a que desde la cabecera local hacían señas de que algo estaba pasando. Al comienzo pidieron asistencia médica para un simpatizante local, pero posteriormente se conoció la noticia de que se registraron enfrentamientos entre dos facciones de la barra del Verde.

Una vez reanudado el partido, Acosta siguió agigantando su figura bajo los tres palos, y a pocos minutos de finalizar la primera etapa, hubo una chance muy clara y polémica para Sarmiento, donde un centro peligroso recorre toda el área pegando en la mano de Rak y desviando la trayectoria, haciendo que el chileno Morales no llegue a empujarla para abrir el tanteador. Ni siquiera fue revisada por el VAR.

En el segundo tiempo, los dirigidos por Sanguinetti se amigaron con la pelota y comenzaron a generar buen fútbol, partiendo desde los pies de Carabajal, Díaz, Gimenez, Gho y Morales, quienes mostraron buenas combinaciones y acercaron a Sarmiento al arco rival.

A los 10 minutos del complemento, Sanguinetti decide sacar a Carabajal y a Burgoa, poniendo a Magnín y Suhr, plantando un 4-4-2 bien marcado. El aluvión futbolístico de los juninenses no cedió y fue así que llegó una jugada bien elaborada por el costado derecho que finalizó en un centro rasante de Morales y Magín la empujó en la línea tras una pifia del central Rak.

A partir de ese momento, Merlos comenzó a inclinar la cancha con algunas decisiones arbitrales, algo que ya se torna recurrente en los partidos que juega Barracas Central, independientemente de quién sea el rival. Acosta respondió siempre que lo buscaron, mostrando una gran seguridad y una buena garantía para lo que queda del campeonato.

A los 39 minutos Suhr recibió la expulsión por un supuesto exceso verbal con el asistente, y el referí decidió mandarlo a las duchas. El público comenzó a enojarse por la clara intencionalidad del árbitro de emparejar el partido a favor del conjunto visitante. 

Sobre el final, y sin pudor de nada, Merlos decidió adicionar 11 minutos, acción que hizo explotar a toda la tribuna del Eva Perón. Barracas copó terreno rival y acorraló a Sarmiento haciendo que Acosta se luzca, pero luego de varias tapadas, Lucas Acosta no pudo contener el remate del “Tanque” Morales, el 9 de Barracas, y éste estampó el empate final a los 51 minutos del segundo tiempo.

Finalizado el partido, el defensor Sarmientista, Gabi Díaz, mostró el enojo con la terna arbitral, declarando ante la transmisión oficial: “No le encuentro sentido a los 11 minutos de adición en el segundo tiempo”.

De esta manera, y por cuestiones ajenas al funcionamiento del equipo, Sarmiento empató un partido que mereció ganar, si el rival no hubiese sido nada más y nada menos que “el caballo del comisario”.