25/04/2025 - Edición Nº155

Junín

Ecosistemas naturales

La vieja del agua: un pez de la era de los dinosaurios que vive en las lagunas de Junín

06/04/2025 12:01 | Se caracteriza por su cuerpo alargado, aplanado y cubierto por placas óseas que les brindan protección en su hábitat acuático. A pesar de su presencia en muchas cuencas de Sudamérica, la evolución de estos peces aún es un misterio debido a la escasez de restos fósiles.



Las lagunas del noroeste de la provincia de Buenos Aires, como las de Junín y otras de la cuenca del Salado, albergan una especie de pez cuya historia se remonta a tiempos prehistóricos.

Se trata de la "vieja del agua", un pez perteneciente a la familia Loricariidae, cuyos ancestros han habitado la Tierra desde la era de los dinosaurios.

Se caracteriza por su cuerpo alargado, aplanado y cubierto por placas óseas que les brindan protección en su hábitat acuático. A pesar de su presencia en muchas cuencas de Sudamérica, la evolución de estos peces aún es un misterio debido a la escasez de restos fósiles.

Sus 18 especies habitan en aguas cálidas y templadas de América del Sur. La mayor especie (Loricariichthys anus) alcanza una longitud total que ronda los 46 centímetros.

Los loricáridos son una familia de bagres o siluriformes fundamentalmente sudamericanos, caracterizada por la posesión de ventosas bucales y conocidos popularmente como vieja del agua, vieja de río, corroncho o cuchas. 

La función de esta ventosa es el anclaje a superficies, como adaptación a aguas de corrientes rápidas, y como sistema de rascado de algas y materia vegetal enormemente eficiente.

Son especies con poco interés pesquero o de cultivo en acuicultura. Sin embargo, son importantes en acuariofilia, tanto las especies capturadas en el medio natural como algunas de cultivo.

Dentro del mercado acuariófilo algunas especies son muy apreciadas como limpiadores de algas. Hasta la década del noventa, la mayoría de especies comercializadas eran poco vistosas, y con un número de especies muy reducido.

Actualmente se han descubierto un considerable número de especies, gran parte de ellas disponibles en el mercado antes incluso de tener asignado un nombre científico, lo que ha llevado a desarrollar un sistema de numeración para definirlas (los llamados números L). 

Entre las especies disponibles hay algunas cotizadísimas, de aspecto muy atractivo con líneas y puntos, como pueden ser algunas de los géneros Hypancistrus o Baryancistrus.

Hallazgo

Recientemente, un hallazgo paleontológico realizado por investigadores de la Fundación Azara, la Universidad Maimónides, el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y el CONICET, reveló la existencia de una especie extinta de "vieja del agua".

El descubrimiento, publicado en la revista científica Paläontologische Zeitschrift, documenta el fósil de Sturisomatichthys podgornyi, una especie que habitó hace aproximadamente 9 millones de años en antiguos cauces fluviales sudamericanos.

Este es el único fósil conocido de los loricarinos, un grupo actualmente muy diverso dentro de las "viejas del agua", con decenas de especies.

En lagunas, como la de Gómez, es común encontrar ejemplares de "viejas del agua" modernas, descendientes de estos antiguos habitantes de los ríos sudamericanos.

El descubrimiento de Sturisomatichthys podgornyi no solo amplía el conocimiento sobre la historia evolutiva de estos peces, sino que también reafirma la antigüedad de un linaje que sigue presente en los cursos de agua de la región.

Este hallazgo también recuerda la rica historia paleontológica de Argentina y su relevancia en el estudio de especies acuáticas prehistóricas. La investigación de estos peces sigue siendo fundamental para entender la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos del pasado y su relación con las especies actuales.

Mientras tanto, en las aguas bonaerenses, la "vieja del agua" sigue deslizándose silenciosamente, como un testimonio vivo de su pasado milenario.