
por Agustín Panizza
Después de cuatro años de sequía que golpearon con fuerza a la región, la Laguna de Gómez volvió a llenarse y a recuperar su protagonismo.
La postal que hasta hace unos meses era pura tierra resquebrajada, hoy muestra un espejo de agua que empieza a reflejar movimiento, turismo y también nuevas oportunidades comerciales.
Uno de los efectos más notables del regreso del agua fue el repunte en las consultas para adquirir embarcaciones. Desde lanchas pequeñas para pesca hasta kayaks, en las últimas semanas se disparó el interés por volver al agua.
Este resurgir del interés por la laguna tuvo un efecto directo en el mercado de embarcaciones. Desde la agencia local "Vendo Tu Auto", que también comercializa lanchas, informaron: "Hubo una demanda creciente de las lanchas para pesca. Yo tengo dos publicadas nada más a precios de 9.100 dólares y 11.200 dólares. Y hubo una demanda creciente estos días desde que salió la noticia de que la laguna estaba llena. No vendí ninguna, simplemente me empezaron a consultar, cosa que antes no pasaba".
Por otro lado, desde Náutica Junín destacaron que si bien no hay consultas puntuales para la compra de embarcaciones, sí creció el service de la parte mecánica de lanchas a motor que estuvieron detenidos en los últimos tres años debido a que no se pudo navegar por la falta de agua.
“Por ahí hace tres años que no mueven la lancha por la sequía y ahora que vuelven tienen que hacerle el servicio, como el cambio de rotores, el aceite, cuando es cuatro tiempo y cuando es 2 tiempo limpiar el carburador si o si”, explicaron.
“El diafragma de la bomba se rompe también porque tienen el combustible guardado y se pudre. Hay que revisar la bomba de nafta de dos tiempos si o si y cambiar el rotor de la bomba de agua”, afirmaron.
Los testimonios, si bien reflejan un fenómeno incipiente, marcan una tendencia clara: la gente vuelve a mirar la Laguna de Gómez como un lugar para disfrutar, invertir y planear actividades.
La imagen de la Laguna llena devuelve el ánimo a quienes viven del turismo y la recreación náutica, e impacta directamente en el comercio local.
Desde empresas que venden embarcaciones, hasta quienes ofrecen servicios de mantenimiento, alquileres o excursiones, todos comienzan a preparar motores para una nueva temporada.
Y en una ciudad que durante años miró con tristeza cómo se secaba su principal atractivo natural, eso ya es un comienzo.
La recuperación
Luego de cuatro años de incertidumbre y preocupación por la sequía, la Laguna de Gómez recuperó su esplendor a un año de quedar totalmente seca.
Recientemente el caudal sobrepasó la cota del vertedero y empezó a escurrir agua hacia el canal del Salado que comunica ese reservorio con El Carpincho.
La recuperación del nivel permitió que el Club Náutico Junín reactivara sus actividades, lo que trajo alivio y entusiasmo a los amantes de los deportes acuáticos de la región.1111
Los canales internos del club, que hasta hace poco estaban secos o con muy poca profundidad, hoy vuelven a ser navegables.
En este contexto, veleristas, kayakistas y quienes practican motonáutica ya comenzaron a disfrutar del renovado espejo de agua, también descendiendo desde otros puntos de la costa.
El regreso de las actividades también tiene un impacto positivo en el turismo y la economía local. Muchos visitantes llegan a Junín para disfrutar de la Laguna, lo que beneficia a comerciantes y emprendedores vinculados al sector.
Además, desde la Estación Hidrobiológica informaron que en las tres lagunas del partido de Junín se sembraron más de dos millones de huevos y alevines para recuperar la población de pejerreyes.
Más de 350 milímetros de lluvia
Después de años de padecer la falta de lluvias y el impacto de una sequía histórica, la Laguna de Gómez muestra un renacer que entusiasma a vecinos, turistas y pescadores.
Según pudo constatar El Diario del Lunes en recorridas realizadas, entre fines de febrero y todo marzo, el agua avanzó unos 400 metros, cubriendo todo el largo del espigón y lo que antes eran grietas en la tierra y embarcaderos inutilizados.
El aumento del caudal transformó el paisaje y devolvió al espejo su esplendor característico. La postal es otra, y el optimismo crece en torno a la recuperación definitiva de este emblema natural del noroeste bonaerense, al igual que Mar Chiquita.
En los últimos 50 días, Gómez experimentó un crecimiento significativo, ya sobrepasando la parte superior del vertedero, cuyas compuertas permanecen cerradas.
Este repunte en el nivel hídrico está directamente relacionado con las intensas precipitaciones que se registraron en la región durante febrero y principios de marzo.
En ese tiempo cayeron más de 350 milímetros de lluvia, lo que representa aproximadamente un tercio de la media anual.
Esta cantidad de agua fue clave para la recomposición del caudal y la revitalización del ecosistema, que había quedado gravemente afectado por la falta de lluvias desde diciembre de 2020.
La recuperación de Gómez, al igual que Mar Chiquita (río arriba) en Agustina, ya es visible a simple vista. Entre marzo y principios de abril, el agua avanzó más de 400 metros, alcanzando ya todo el perímetro del espejo de agua.
Además, un hecho simbólico marcó este proceso: por primera vez en más de tres años, una embarcación a motor volvió, a mediados de marzo, a navegar la Laguna, partiendo desde el canal del Club Náutico Junín.
El nivel de agua renueva las expectativas del sector turístico y gastronómico local, que depende en gran medida del atractivo natural de la Laguna.
La vuelta de los deportes náuticos y el turismo
Después de un período marcado por la sequía y la preocupación, la Laguna de Gómez, ubicada en el partido de Junín, celebra la recuperación de su caudal, lo que permite el esperado regreso de los deportes náuticos.
Este espejo de agua, icónico en la región del noroeste bonaerense, había sufrido una importante baja en su nivel debido a la falta de lluvias y las altas temperaturas desde diciembre de 2020, impactando tanto en la actividad recreativa como en la economía local.
Entre abril de 2024 y lo que va de 2025, las lluvias sostenidas y el mejoramiento de las condiciones hídricas le devolvieron a la Laguna su esplendor, peró aún falta.
Esto generó entusiasmo no solo entre los aficionados de disciplinas como el kayak, el windsurf y el kitesurf, que fueron los primeros en entrar al espejo de agua, sino también entre comerciantes y emprendedores que dependen del turismo que este atractivo natural genera.
La peor sequía de la historia
Hace más de cuatro años, Junín y la Región noroeste bonaerense comenzaron a vivir una de las peores crisis climáticas de su historia, que se empezaba a percibir con la bajante de las lagunas.
La sequía más severa jamás registrada no solo golpeó la actividad agrícola y ganadera, sino que dejó sin agua a la emblemática Laguna de Gómez, un ícono natural y cultural de la Región.
Diciembre de 2020 marcó el inicio de un período de lluvias extremadamente escasas, agravado por temperaturas récord y una evaporación acelerada que, además, dejó sin agua a otros reservorios de la cuenca del Río Salado.
La Laguna de Gómez, epicentro de la vida recreativa y turística de Junín, se secó por completo ya en febrero de 2024, dejando un paisaje desolador de grietas y sedimentos, además de distintos objetos, como barcos hundidos, al descubierto.
Actualmente, ese espejo de agua, al igual que Mar Chiquita, empezó a recuperar gran parte del caudal, gracias a las lluvias sostenidas de lo que va del año, que crecieron con respecto a los años anteriores.