El próximo 7 de septiembre, los 135 distritos de la provincia de Buenos Aires elegirán a la mitad de sus concejales. Se trata de una instancia clave no solo para redefinir los equilibrios de poder en cada municipio, sino también para proyectar alineamientos y liderazgos de cara al 2027.
En el caso de Junín, estarán en juego 10 de las 20 bancas del Concejo Deliberante. El oficialismo local, que responde a Juntos por el Cambio —alianza integrada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica— deberá renovar seis escaños: tres del PRO, dos de la UCR y uno de la CC. Entre los nombres que concluyen mandato se encuentran Emilse Marini, Mariano Spadano (PRO), Juan Pablo Itoiz (UCR) y Rodrigo Esponda (CC), todos con chances de ser reubicados en listas.
Por su parte, Unión por la Patria pondrá en juego cuatro bancas. Las mismas están ocupadas actualmente por Victoria Muffarotto, Pablo Petraglia, José Luis Bruzzone y Clara Bozzano.
En tanto, los dos concejales que representan a La Libertad Avanza en Junín, Juan Manuel Cornaglia Ré y Belén Veronelli, conservarán sus bancas hasta 2027 y no participarán de esta elección.
La dinámica se repite en varios municipios de la Cuarta Sección. En Chacabuco, también se renuevan nueve escaños, con representantes de Juntos, el PRO y Unión por la Patria concluyendo sus mandatos. En Bragado, la misma cantidad de bancas estarán en disputa, en un escenario marcado por los movimientos generados tras el pase de algunos concejales al gabinete del intendente actual.
Lincoln afrontará una renovación de nueve bancas, con una particularidad: varios de los ediles que llegaron al recinto por el peronismo se alejaron del bloque en el transcurso del mandato. En General Arenales, hay ocho bancas en juego, ocupadas por concejales de La Libertad Avanza, la UCR y Unión por la Patria.
En Florentino Ameghino serán cinco las bancas a renovar, en una contienda que se anticipa con al menos tres listas, rompiendo la lógica bipartidista que venía predominando. Finalmente, en Rojas se renovarán siete escaños, repartidos entre el radicalismo, el PRO y el peronismo, con casos de concejales que completan su segundo período consecutivo.
El mapa político de la región comienza así a reordenarse, con movimientos que no solo impactarán en los recintos deliberativos, sino también en el tablero mayor de la política provincial.