En los últimos años, se ha incrementado significativamente la cantidad de cámaras de fotomultas instaladas en la autopista de la Ruta Nacional 7 y en los tramos de doble mano que unen Junín con Buenos Aires. La medida apunta a mejorar la seguridad vial y reducir los siniestros en una de las trazas más transitadas de la provincia.
Sin embargo, este despliegue tecnológico también ha generado críticas. Diversos automovilistas y grupos de vecinos cuestionan el sistema, al considerarlo más una herramienta recaudatoria que una verdadera política de prevención.
Las cámaras están ubicadas en puntos estratégicos: accesos a localidades, intersecciones de rutas y zonas escolares, y están diseñadas para registrar infracciones como el exceso de velocidad, el uso indebido de banquinas y otras faltas graves.
En total, se contabilizan siete sectores con dispositivos fijos de control vehicular entre Junín y el ingreso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Acceso Oeste.
A continuación, el detalle de cada punto de fiscalización:
Km 204 – Chacabuco: velocidad máxima permitida 60 km/h.
Km 157 – Tres Sargentos: límite de 60 km/h.
Km 148 – Cruce de las rutas 7 y 31: límite de 60 km/h.
Km 143 – Carmen de Areco: velocidad máxima 60 km/h.
Km 117 – Villa San Alberto: límite de velocidad 110 km/h.
Km 60 – Luján: control con límite de 110 km/h.
Km 42 – Moreno: también con límite de 110 km/h.
Más allá del debate que genera su implementación, desde los organismos de control aseguran que las cámaras han contribuido a una disminución de las infracciones y a una mayor conciencia sobre el manejo responsable.