por Agustín Panizza
En una entrevista con El Diario del Lunes, la titular del Sindicato Único de Panaderos y Pasteleros de Junín (SUPPAJ), Rosana Farías, realizó un repaso por las principales gestiones del último año y adelantó proyectos para los próximos meses, con un eje claro: defender los derechos laborales y mejorar la calidad de vida de los afiliados en un contexto económico difícil para el sector.
Uno de los pilares de su gestión es la Escuela de Oficios Panaderos, que este año volverá a dictar su curso inicial —con más de 30 inscriptos antes de la apertura oficial— y sumará un nivel intensivo a partir de septiembre.
“En el primer curso, muchos alumnos llegaron sin experiencia y terminaron haciendo pan dulce, facturas y repostería fina. Algunos consiguieron trabajo, otros emprendieron. Queremos que salgan con conocimientos que les den una salida laboral real”, explicó Farías.
Además de panadería y pastelería, se incorporarán clases de cocina básica y otros oficios vinculados al rubro gastronómico.
La capacitación se completa con contenidos de derecho laboral, primeros auxilios y manipulación de alimentos, para que los egresados no solo dominen el oficio, sino que también conozcan sus derechos y obligaciones.
En materia de infraestructura, el SUPPAJ está próximo a inaugurar consultorios médicos en su sede, de calle Alberdi, con atención clínica y nutricional para los afiliados.

También avanza en gestiones para implementar en Junín el programa de terrenos para vivienda, que ya dio resultados en Chacabuco, donde veinte familias panaderas accedieron a su lote.
Otro de los proyectos a mediano plazo es la construcción de un camping gremial en la Laguna de Gómez, con pileta y cabañas.
“Queremos que los trabajadores tengan un espacio propio para disfrutar con sus familias”, dijo. Mientras tanto, el sindicato mantiene convenios con otros gremios para que los afiliados puedan acceder a piletas y espacios recreativos en verano.
Farías no evitó referirse a la situación que atraviesa el sector panadero. En los últimos meses cerraron cinco panaderías en la región, lo que dejó sin trabajo a unas diez familias.
“Los empleadores que resisten nos dicen que no saben hasta cuándo podrán sostenerse. En este escenario, el gremio tiene que estar más presente que nunca”, señaló.
Según la dirigente, las dificultades se deben al aumento sostenido de los insumos, la caída del consumo y la competencia desleal de comercios que no cumplen con las normativas.
“La harina sube, la energía sube y la gente compra menos. Hay panaderías que producen de noche para pagar menos de luz, es un panorama muy duro”, describió.
Farías remarcó que su gestión no se limita a cuestiones internas del gremio, sino que incluye diálogo constante con autoridades municipales y provinciales, sin distinción partidaria.

“No tengo bandera política, mi bandera es la de los trabajadores. Gestiono con quien sea, siempre que traiga dignidad, poder adquisitivo y bienestar para quienes represento”, enfatizó.
Además, destacó el trabajo conjunto con otros sindicatos para compartir recursos y beneficios. “Cuando un gremio hermano logra algo bueno para sus afiliados, tratamos de replicarlo. Así surgió la idea del camping y también varios convenios”, contó.
De cara a lo que viene, la titular del SUPPAJ aseguró que el objetivo es seguir ampliando beneficios y oportunidades.
“Queremos que el sindicato sea un espacio abierto, donde el trabajador no solo venga a hacer un trámite o reclamar, sino que encuentre herramientas para crecer y mejorar su vida”, concluyó.