05/12/2025 - Edición Nº379

Junín

Emprendimientos locales

Pollería Dorys: más de 20 años de tradición, trabajo familiar y sabor en Junín

17/08/2025 10:22 | El nombre, que hoy se lee en varios puntos de la ciudad, es un homenaje a la madre de Germán Suárez, uno de los impulsores del proyecto, y resume una historia de trabajo familiar, constancia y amor por lo que se hace.



En marzo de 2004, sobre calle Rivadavia, nacía un emprendimiento que con el tiempo se convertiría en un referente del rubro avícola en Junín: Dorys.

El nombre, que hoy se lee en varios puntos de la ciudad, es un homenaje a la madre de Germán Suárez, uno de los impulsores del proyecto, y resume una historia de trabajo familiar, constancia y amor por lo que se hace.

Los comienzos: de las milanesas caseras al primer local

La historia comenzó incluso antes de abrir la primera pollería. Germán y su familia elaboraban milanesas de carne y pollo de manera particular, abasteciendo tanto a comercios como a clientes en sus casas.

Por una cuestión de mayor volumen de venta, nació la primera pollería”, recordó Germán en diálogo con El Diario del Lunes.

Ese primer local estaba ubicado en Rivadavia, en un espacio diminuto: tres o cuatro metros de frente, una heladera, una mesa de trabajo y lugar para apenas dos clientes.

A pesar de la modestia del inicio, allí se pusieron las bases de un negocio que apostó desde el primer día a la calidad y a la elaboración artesanal.

El salto de calidad en Rivadavia 1362

Con el tiempo, sobre la misma calle Rivadavia, pudieron mudarse a un espacio más grande: el actual local de Rivadavia 1362, que sigue siendo la “casa madre” de la pollería. Allí incorporaron más equipamiento, heladeras y mejor exposición de los productos.

Nosotros teníamos más experiencia con el pollo que con la carne. Mi mamá, mi cuñada y mi señora sabían manipularlo perfectamente, así que dejamos de hacer las milanesas de carne y nos volcamos de lleno al pollo”, explicó Germán.

La expansión y los desafíos

Dorys también apostó a crecer en distintos puntos de la ciudad. Primero llegó un segundo local en avenida San Martín, casi esquina República, que funcionó cerca de diez años. “La idea era llegar a más gente, que conozcan nuestros productos elaborados”, contó Germán.

Con el paso del tiempo llegaron nuevos capítulos. Apenas finalizó la pandemia, nació un local en Primera Junta y Jean Jaures, en plena etapa de cuidados sanitarios.

Y en diciembre pasado, Dorys sumó otro punto de venta en General Paz 99. Hoy, la marca cuenta con tres locales activos y un plan firme: seguir creciendo en distintos barrios de Junín.

“La idea es expandirnos sobre todo acá en Junín, con nuestro trabajo y nuestros productos”, afirmó Germán.

Un presente con dificultades, pero con proyectos firmes

El contexto económico no es sencillo. “La merma en el consumo se ve en todos lados: supermercados, estaciones de servicio, locales gastronómicos. Es algo que se habla todos los días. No pasó de un día para el otro, pero hoy está muy difícil y complicado para todos”, reconoció el responsable de Dorys.

A pesar de ello, los proyectos siguen en pie. El objetivo más cercano es abrir una nueva sucursal en el corto plazo, manteniendo el espíritu de progreso que siempre acompañó al emprendimiento.

El orgullo de un nombre con historia

El nombre Dorys es mucho más que una marca. Es un homenaje. “Es por mi mamá. Ella fue la que ideó el proyecto sin querer, buscando algo para subsistir. Hoy es el lugar que nos da de comer, que mantiene a toda la familia. Hace veinte años era impensado”, dijo Germán con emoción.

Escuchar a los chicos pedir las milanesas de Dorys y ver que se ponen contentos porque los padres las compran es un orgullo enorme. Mis viejos siguen trabajando con nosotros y eso nos llena de satisfacción”, expresó.

Una tradición juninense

Dorys es, en definitiva, la historia de un sueño que se hizo realidad a base de trabajo familiar, compromiso con la calidad y el deseo constante de progresar.

Una marca que ya forma parte del día a día de muchos juninenses, abarcando distintos barrios de la Ciudad, y que sigue creciendo con la misma esencia con la que todo comenzó en aquel pequeño local de Rivadavia, hace ya más de veinte años.