Pollería Dorys, un nombre ya instalado en la mesa de miles de juninenses, abrió oficialmente su cuarto local comercial en la intersección de Entre Ríos y Comandante Escribano, en pleno barrio San Cayetano. La apertura marca un nuevo paso en el proceso de crecimiento sostenido de un emprendimiento que nació hace más de 20 años y que hoy consolida su presencia en distintos puntos de la ciudad.
El nuevo espacio se suma a los locales de Rivadavia 1362 —la “casa madre”—, Primera Junta y Jean Jaures, y General Paz 99, fortaleciendo la idea que desde hace tiempo impulsa Germán Suárez y su familia: llegar a más barrios con los productos elaborados que caracterizan a Dorys.
Una historia que empezó en un pequeño local y creció con trabajo familiar
El proyecto tuvo su origen en marzo de 2004, cuando la familia de Germán pasó de elaborar milanesas de manera casera a abrir el primer local en calle Rivadavia.
Era un espacio mínimo, con apenas una heladera y una mesa de trabajo, pero allí se sentaron las bases de una marca que apostó desde el primer día a la calidad y a la elaboración artesanal.
Con el tiempo, la pollería se mudó al actual local de Rivadavia 1362, donde incorporaron equipamiento, ampliaron la producción y afianzaron una identidad basada en el trabajo familiar. El nombre Dorys, elegido en homenaje a la madre de Germán, sigue siendo el corazón emocional del proyecto.
Un crecimiento que no se detiene
A lo largo de los años, Dorys abrió nuevos locales, primero en avenida San Martín, luego en Primera Junta y Jean Jaures, y más recientemente en General Paz. Ahora, con la inauguración del cuarto punto de venta en San Cayetano, la marca reafirma ese camino.
“El objetivo siempre fue llegar a más gente para que conozcan nuestros productos elaborados”, dijo Germán. Y ese deseo se mantiene firme.
Aun así, la familia Suárez continúa apostando al crecimiento, con un plan que pone el foco en seguir ampliándose dentro de Junín.
San Cayetano, un barrio que suma un nuevo punto de referencia
La apertura del local en Entre Ríos y Comandante Escribano responde a una demanda creciente en la zona y a la intención de Dorys de estar más cerca de los vecinos.
Se trata de un barrio con gran movimiento comercial y residencial, donde la marca espera afianzar su presencia con la misma calidad que la caracteriza desde sus inicios.
