Con una puesta que fusionó teatro, vestuario de época y la destacada participación del Ballet Achalay, el elenco de Vecinos a Escena presentó su nueva obra “Aguante Don Peralta” en el Teatro de La Ranchería. Las dos funciones fueron un éxito absoluto, con una gran respuesta del público que volvió a evidenciar el crecimiento artístico del programa municipal y el acompañamiento sostenido de la Dirección de Cultura del Gobierno de Junín.
El proyecto reafirma el compromiso del Municipio de promover espacios culturales inclusivos, donde vecinos y vecinas sin formación previa puedan expresarse, capacitarse y ser protagonistas de producciones de calidad.
La iniciativa contó con soporte técnico, acceso a un teatro profesional y el acompañamiento de especialistas, fortaleciendo el vínculo comunitario con el arte y la identidad local.
Tras la función, Guillermo Paolucci, director de Cultura del Municipio, felicitó al elenco y destacó la labor del director Leandro Aubert, tanto en la puesta como en la adaptación de la obra: “Se vio en toda la obra un trabajo comprometido. ‘Aguante Don Peralta’ transcurre en un pequeño pueblo de la pampa argentina y gira en torno a un gaucho que vende su alma al diablo a cambio de dinero, desencadenando situaciones que involucran a todos los habitantes del lugar”.
El funcionario también puso en relieve la incorporación del Ballet Achalay, dirigido por Gonzalo Rosello: “El aporte visual y musical enriqueció notablemente la puesta en escena. Sostener el programa Vecinos a Escena permite que vecinos amateurs accedan a un espacio de expresión artística, socialización y aprendizaje continuo, y que se haya sumado una agrupación de baile le da un valor agregado”.
Por su parte, el director de la obra, Leandro Aubert, definió al 2025 como “un año profundamente enriquecedor, marcado por el compromiso colectivo y el trabajo en equipo. El elenco se mantuvo unido, dedicó horas de ensayo y entregó lo mejor de sí para llegar a una puesta que recibió excelentes críticas y una concurrencia masiva en nuestras primeras dos funciones”.
Además, remarcó el aporte de Achalay y del profesional teatral Edor Dawber, quien acompañó el proceso actoral: “El reconocimiento del público, tanto en lo estético como en lo emocional, es como un mimo al alma que confirma que el esfuerzo compartido se vio reflejado en el escenario”.
Aubert también destacó el diseño de la puesta en escena: “El trabajo escenográfico, el maquillaje, la utilería y la caracterización fueron diseñados para que cada personaje tuviera una identidad propia, abarcando figuras populares, históricas y hasta mitológicas como el demonio, Jesús o San Pedro”.
Finalmente, el director agradeció al Gobierno de Junín y a la Dirección de Cultura por el acompañamiento: “La obra invita al espectador a atravesar distintos estados emocionales, pasando de la risa a la emoción y hasta a la angustia en algunos pasajes. Tener un teatro como La Ranchería a disposición es un privilegio enorme para cualquier teatrero. Esperamos repetir esta experiencia el próximo año”.