Hay victorias que se festejan más allá del resultado. Porque no solo suman puntos, sino que reafirman una forma de sentir el fútbol. El equipo senior +48 de Sarmiento de Junín volvió a demostrarlo este fin de semana al vencer 1 a 0 a Deportivo Baigorrita en cancha de Rivadavia, triunfo que lo dejó como único líder del certamen con 12 unidades.
Pero el dato frío del marcador apenas cuenta una parte de la historia. La verdadera esencia está en lo que sucede antes, durante y después de cada partido: el ritual de vestirse, el saludo cómplice, el esfuerzo físico que ya no es el mismo, pero sí la misma pasión de siempre. Porque jugar al fútbol a los casi 50 años es, sobre todo, un acto de amor.
El gol lo marcó “Pájaro” Galiano, el número 9, goleador del equipo y símbolo de ese espíritu competitivo que no se negocia. Cada pique, cada pelota dividida y cada festejo llevan consigo historias, recuerdos y una vida entera ligada a una cancha.
La jornada tuvo además un condimento especial: por primera vez, el equipo verdolaga lució una camiseta retro inspirada en la temporada 1981 de Primera División. Un puente entre generaciones, una forma de homenajear al pasado mientras se sigue escribiendo el presente. Porque en Sarmiento, la identidad no se archiva: se usa puesta.
El equipo dirigido por Julio “Chocho” Correas, acompañado por su hermano Sergio como ayudante de campo, formó con Higueras; Font, Molina, Ferraris y Camino; Pérez, Diez y Giménez; Itoiz, Rivero y Galiano, y luego ingresaron Sbarbatti, Rodríguez, Sánchez y Serra. Nombres que quizás no llenen estadísticas nacionales, pero que representan compromiso, compañerismo y pertenencia.
Ahora llegará el parate por las fiestas, y Sarmiento +48 volverá a competir en 2026. Hasta entonces quedará el entrenamiento, la charla de café, el recuerdo del último partido y la certeza de que, mientras haya una pelota rodando, la pasión no entiende de edades.
Porque el fútbol no envejece. Solo cambia la forma de jugarlo. Y en Junín, el Verde lo sigue demostrando cada fin de semana.