
En lo que va de 2025, ya llovieron más de 700 milímetros en Junín, una cifra que representa casi la mitad de la media anual para esta zona del noroeste bonaerense, estimada entre 1.200 y 1.500 milímetros. Gran parte de ese volumen se concentró entre fines de febrero y marzo, con registros extraordinarios que no se daban desde la última gran inundación de 2017.
Así lo informó a El Diario del Lunes la titular de la Federación Agraria filial Junín, Rosana Franco, quien agregó: "Ahora ya hay exceso de lluvias".
Uno de los puntos más críticos ocurrió el 3 de marzo, cuando en apenas 24 horas cayeron 100 milímetros, un volumen que recordó los eventos extremos de hace ocho años, cuando la crecida de La Picasa obligó a interrumpir el tránsito en la Ruta Nacional 7 y el ferrocarril.
Las lluvias, sin embargo, trajeron consigo una postal distinta: el renacer de la Laguna de Gómez, que en febrero de este mismo año aún mostraba grietas en su lecho y embarcaderos completamente inutilizados. Desde fines de febrero hasta hoy, el espejo de agua avanzó más de 400 metros, superando incluso el nivel del vertedero, cuyas compuertas permanecen cerradas.
El concejal Marcelo Balestrasse confirmó a El Diario del Lunes esta decisión y explicó los motivos detrás de la medida: "Van a seguir cerradas, porque no tienen por qué abrirse ahora. Con lo que vuelca arriba del vertedero es suficiente. Se empiezan a abrir a medida que empieza a crecer de nivel la laguna".
Actualmente, la laguna está 11 centímetros por encima del vertedero, lo que permite el desborde natural del agua sin necesidad de intervención adicional.
Balestrasse subrayó que, a diferencia de Gómez, las compuertas de la laguna Mar Chiquita están abiertas, pero insistió en que la situación en Junín se ajusta a las normativas establecidas: "Las compuertas de Gómez están cerradas porque el protocolo así lo exige. Eso es un tema que maneja Provincia, la Dirección de Hidráulica, pero obviamente está dentro del margen del protocolo. Recién hay 11 centímetros arriba del vertedero, con lo cual es más que suficiente para el escurrimiento del agua. No hace falta abrir más".El escenario actual se enmarca en un contexto de cambios climáticos más amplios. Según el concejal, la región está ingresando en un ciclo húmedo, asociado al fenómeno de El Niño: "Las lluvias van a seguir, está pronosticado toda la semana mal tiempo a partir de hoy a la tarde y estamos entrando en un período de Niño. Es un período de valores más altos que lo normal de lluvias y toda la cuenca está recibiendo agua de diferentes lugares".
Además, explicó cómo funciona el sistema hídrico regional y cómo impacta en la laguna: "La cuenca aguas arriba de nuestras lagunas está drenando hacia estos sectores a través del Río Salado, a través de la Cañada de la Horquetas, a través del Arroyo Piñeiro. Esos son los ingresos que tiene de agua nuestra Mar Chiquita y después de Mar Chiquita llega Gómez. Las entradas están teniendo escurrimientos hídricos sin parar, no excesivos, normales, pero continuos".
A pesar del ingreso constante de agua, Balestrasse llevó tranquilidad a la comunidad: "Se espera que siga lloviendo y que siga entrando agua. Esperemos que siga en estas condiciones normales. No hay por qué temer una nueva inundación en esta época, debería seguir con condiciones normales".
Este repunte hídrico permitió que el Club Náutico Junín reactivara sus actividades. Los canales internos, que hasta hace pocas semanas estaban secos o con apenas centímetros de profundidad, hoy vuelven a ser navegables. Veleristas, kayakistas y motonautas ya disfrutan del renovado paisaje, que también trajo alivio al sector turístico y comercial local.
Por primera vez en más de tres años, una embarcación a motor volvió a recorrer la Laguna, partiendo desde el canal del club. La imagen no pasó desapercibida para vecinos, visitantes y pescadores que, por fin, ven señales firmes de recuperación tras años de incertidumbre.
Desde la Estación Hidrobiológica de Junín, además, informaron que ya se sembraron más de dos millones de huevos y alevines de pejerrey en las tres lagunas del partido, apuntando a la recomposición del ecosistema pesquero.
Desde diciembre de 2020, la Región atravesó uno de los peores ciclos de sequía de su historia, con temperaturas récord y precipitaciones escasas. El fenómeno impactó de lleno en las lagunas del partido, que se vaciaron completamente y dejaron al descubierto no solo embarcaciones hundidas, sino también la fragilidad ambiental de toda la cuenca del Salado.
Pero el cambio climático, con sus vaivenes extremos, esta vez jugó a favor. En apenas 50 días, el caudal de la Laguna de Gómez no solo se recompuso: empezó a escurrir agua hacia el canal que la une con El Carpincho, un signo inequívoco de recuperación.
También la laguna Mar Chiquita, en Agustina, muestra signos de renacimiento. Ambas lagunas lucen hoy espejos de agua amplios, renovados y habitados nuevamente por flora, fauna y actividades humanas, como pescadores y turistas.
La reactivación del turismo en torno a la Laguna trae consigo una bocanada de aire fresco para comerciantes, emprendedores y trabajadores del sector gastronómico y recreativo. La vuelta del agua no solo cambió la geografía, cambió el ánimo de quienes viven y trabajan en torno a ella.
Aunque el camino hacia una recuperación plena es largo, los indicadores de los primeros meses de 2025 permiten imaginar un horizonte más optimista para Junín y toda la región del noroeste bonaerense.
La recuperación del nivel de la Laguna de Gómez es una noticia alentadora para la región, especialmente después de años de déficit hídrico que afectaron tanto al ecosistema como a las actividades recreativas y productivas.
Uno de los efectos más notables del regreso del agua fue el repunte en las consultas para adquirir embarcaciones. Desde lanchas pequeñas para pesca hasta kayaks, en las últimas semanas se disparó el interés por volver al agua.
Este resurgir del interés por la laguna tuvo un efecto directo en el mercado de embarcaciones. Desde la agencia local "Vendo Tu Auto", que también comercializa lanchas, informaron: "Hubo una demanda creciente de las lanchas para pesca. Yo tengo dos publicadas nada más a precios de 9.100 dólares y 11.200 dólares. Y hubo una demanda creciente estos días desde que salió la noticia de que la laguna estaba llena. No vendí ninguna, simplemente me empezaron a consultar, cosa que antes no pasaba".
Por otro lado, desde Náutica Junín destacaron que si bien no hay consultas puntuales para la compra de embarcaciones, sí creció el service de la parte mecánica de lanchas a motor que estuvieron detenidos en los últimos tres años debido a que no se pudo navegar por la falta de agua.
“Por ahí hace tres años que no mueven la lancha por la sequía y ahora que vuelven tienen que hacerle el servicio, como el cambio de rotores, el aceite, cuando es cuatro tiempo y cuando es 2 tiempo limpiar el carburador si o si”, explicaron.
“El diafragma de la bomba se rompe también porque tienen el combustible guardado y se pudre. Hay que revisar la bomba de nafta de dos tiempos si o si y cambiar el rotor de la bomba de agua”, afirmaron.
Los testimonios, si bien reflejan un fenómeno incipiente, marcan una tendencia clara: la gente vuelve a mirar la Laguna de Gómez como un lugar para disfrutar, invertir y planear actividades.
La imagen de la Laguna llena devuelve el ánimo a quienes viven del turismo y la recreación náutica, e impacta directamente en el comercio local.
Desde empresas que venden embarcaciones, hasta quienes ofrecen servicios de mantenimiento, alquileres o excursiones, todos comienzan a preparar motores para una nueva temporada.
Y en una ciudad que durante años miró con tristeza cómo se secaba su principal atractivo natural, eso ya es un comienzo.