20/05/2025 - Edición Nº180

Cultura

Teatro

“Transformadísimos”, la historia del show de transformismo que es furor en Junín

10/05/2025 11:23 | Marcos e Iván son los protagonistas centrales de un espectáculo que ya lleva siete años de rodaje y que no para de recibir elogios.



Marcos Walton e Iván Cosaru son pareja en la vida real y también conforman una dupla tremendamente explosiva en “Transformadísimos”, un show de transformismo que es furor en Junín.

En cada lugar que se presentan la magia aparece. El público se entretiene, participa, se ríe y de la mano del humor también hay momentos para la reflexión. 

En diálogo exclusivo con El Diario Del Lunes, Marcos nos contó la historia, el presente y el futuro de un show que rompe moldes, que abre puertas y que propone a la risa como un ejercicio sanador. 

-¿Cómo surgió hacer el show? 

-En un cumpleaños de una hermana, fue en un febrero de hace siete años atrás. Lo hizo en el Club Sarmiento. En ese momento le dije que no sabía qué regalarte. Haceme un show, me dice. Armate con Iván un show para mi cumpleaños. ¿Pero qué me estás diciendo, un show? Sí, me dice, un show, algo para entretener a la gente, con algún juego y algo. Total, tenés dos meses para prepararlo. Hacé algo, inventá algo. Regalame eso. Y bueno, así surgió.

-¿Ahí nace Transformadísimos?

-Sí, surgió después de ese evento, de ese cumpleaños. La gente, cuando terminó el show, amigos y conocidos, empezaron a preguntar si lo hacíamos en algún lado. Imaginate, no teníamos ni vestuario, no teníamos nada. De hecho, aquella primera vez nos maquilló una amiga de mi hermana que hacía arte, nos prestaron dos pelucas y un traje de Madonna. Y bueno, salió bien, nos gustó, nos sentimos bien y ahí empezamos a trabajar en una segunda presentación.

-¿Cómo describirían lo que hacen?

-Es un show que tiene muchas imitaciones, juegos con el público, musicales y una parte final que es muy emotiva, y en la que buscamos abrir cabezas.

-¿Lo escribieron? ¿Hay un guion? ¿Improvisan?

-Más que escribirlo o guionarlo surgió todo como una charla. Necesitábamos darles vida a estos personajes que de a poco se fueron construyendo, se fueron investigando y dentro de esa investigación, sin salir de los personajes, empezamos a improvisar. Yo diría que hay un poco de todo y en este sentido creo que también obedecemos a nuestra formación como actores. Buscamos en los personales sentirnos bien nosotros. 

-Es interesante, sería algo así como crear y ejecutar un personaje que tenga mucho de vos y que también se base en la formación. 

-Claro, algo así. Yo he estudiado la parte de improvisación junto con Norman Brisky, en su escuela, durante 15 años. Y, por otra parte, Iván tiene una formación relacionada a las danzas rusas y ucranianas, y también estudió en el teatro San Martín. Esta base nos permitió aceitar más rápido el tema de la improvisación, pero siempre desde una base, desde un guion. También tiene mucho que ver el público, estamos muy a la expectativa. Si alguien levanta un teléfono o si alguien manda un mensaje. No nos perdemos nada.  Entramos a escena y ya estamos a la expectativa de todo lo que suceda.  Y de todo lo que sucede nos agarramos de algo. 

-¿Anécdotas?

-Una vez, en pleno show, se me partió por la mitad el taco. No, directamente el taco no, el zapato. Tenía una sandalia con un taco aguja de 16 centímetros y justo en ese momento me presentaron. Entré, y no sé. Fue muy divertido. Caminaba como si tuviera un resorte. En un momento me apoyé en una silla para ver y digo, ¿qué pasó? Cuando miro tenía la sandalia partida al medio. Y bueno, eso fue parte del show. Se me ha roto la peluca también, pero bueno, cada una de estas cuestiones la usamos para reírnos. 

-¿Asumen ciertos riesgos durante el show? Más que nada pensando en el ida y vuelta que proponen con el público. 

-Sí, es así. En City Rock, por ejemplo, vivimos una situación muy emocionante con una chica que tenía autismo. Yo no lo sabía, y en una de las partes finales, que sacamos a la gente a hacer el trencito, pasé por al lado, la tomé de la mano y los familiares me miraron como diciendo, no, no lo hagas. Y la chica se paró, hizo el trencito con nosotros y en un momento vi a los familiares que lloraban. No entendía nada. Después hablando, la familia nos dijo que habíamos logrado algo que no había logrado nadie. Fue algo increíble. Son momentos que te quedan en el recuerdo.

-¿Cómo se dio y que significó para ustedes hacer ese show en City Rock?

-Fue un broche, un moño que le pones a un regalo perfecto. Trabajamos mucho en Transformadísimos, fue año a año construyendo, nunca nos quedamos y siempre tratamos de innovar, con alguna parte de vestuario o algún sketch nuevo. Siempre estamos pensando en mejorar. Entonces lo de City Rock fue muy importante para nosotros. Fue todo un éxito, dos funciones a sala llena, no lo podíamos creer. Hicimos una linda fusión con Antonella Ciampagna (danzas árabes) y con un equipo profesional de bailarinas que es impresionante.

-¿Sería casi un espectáculo de teatro de revista? ¿Hay algo de eso? 

-Sí, con mucho color, baile, nuestro humor, se generó algo muy cercano a eso, te diría que casi igual. Es como para sentarse y disfrutar, porque cuando entran las bailarinas nos dan el tiempo a nosotros a cambiarnos. Se dio así y fue increíble. Por eso para nosotros City Rock fue lo más. Aprovecho la oportunidad para invitarlos a este hermoso lugar el viernes 16 de mayo, a las 22 horas. Volvemos con un show imperdible, asique los esperamos. 

-¿Con qué sueñan?

-Con seguir profesionalizándonos. Esto es tiempo al tiempo, la gente nos está conociendo. Hemos estado en Misiones, en San Luis, en Merlo, en Mar del Plata, en Bahía Blanca con Tina Silvio y con Pablo Rey en Carlos Paz. Todo esto te sigue dando el empujón para que vos sigas creciendo. Y soñar, por qué no, con estar en lo más alto de la escena nacional.