
Este martes al mediodía, trabajadores molineros afiliados a la Unión Obrera Molinera Argentina (UOMA) de Junín realizaron una manifestación frente a la planta del molino Tassara, en reclamo de una recomposición salarial urgente. Acompañados por representantes locales de la CGT y la CTA, expresaron su descontento ante lo que consideran una oferta insuficiente en la negociación paritaria.
El Diario del Lunes dialogó con Tomás Kiernan, titular del gremio molinero en Junín, quien explicó los motivos del reclamo: “Hoy estamos canalizando a través de ustedes el malestar que tenemos. Estamos queriendo actualizar un 3,8 por ciento que nos deben en el año paritario que va desde marzo a abril. Para cerrar ese año nos faltan abril, mayo y junio, y la propuesta fue poca”.
Kiernan también advirtió que, en caso de no haber avances, podrían recurrir a mecanismos legales contemplados en la Ley 23.546: “Esa ley habilita a los gremios a intercambiar información con las empresas. Y no queremos llegar a eso, a ver si tienen ganancia o tienen pérdida”.
El dirigente apuntó con dureza contra el Gobierno nacional y la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), a quienes acusó de actuar en sintonía para debilitar el poder adquisitivo de los trabajadores. “FAIM, con quienes siempre tuvimos una relación, parece que está en coherencia con el Ejecutivo Nacional, que está comandado por un marginal. Y nos quiere llevar a todos a un desastre económico, principalmente a los trabajadores. Ya lo ha hecho con los compañeros jubilados y con empresas como el Garrahan. No vamos a permitir que los molineros pasen por lo mismo”, afirmó.
Según explicó Kiernan, el salario básico en el sector ronda el millón de pesos, pero “hoy no alcanza”. “Queremos recomponer. Si hoy perdemos tres o cuatro puntos, mañana vamos a seguir perdiendo. Y si a este marginal, que le faltan dos años y medio, le seguimos soportando estas cosas, cuando termine su mandato vamos a tener una pérdida del 20% que no vamos a recuperar nunca más”, advirtió.
A pesar del malestar, el gremialista destacó que el sector no atraviesa problemas de empleo: “Nosotros, gracias a Dios, venimos discutiendo paritaria aparte de la regulativa y no tenemos problemas de trabajo. Salvo que este gobierno abra la importación, traiga harina de otro lado como ha hecho con otros rubros, y quiera fundir la industria nacional”, expresó.
En ese sentido, también criticó la política de importaciones. “En otras épocas, en otros siglos, nosotros éramos los graneros del mundo, y tenemos que seguir siéndolo. Lo que pasa es que quieren mantener la inflación con la crisis económica de nuestro bolsillo”, denunció.
Finalmente, Kiernan agradeció a los medios y a las centrales obreras que acompañaron la movilización. “Gracias a la CGT, a la CTA, a los que me están acompañando y a los molineros. Vamos a mantenernos un rato más acá con los compañeros y después seguiremos con nuestra actividad. Gracias a los medios por estar y acompañarnos en este malestar”, concluyó.