
por Florencia Alonso
Gabriela Di Sascio es contadora, docente, intérprete de lenguas de señas Argentina (LSA) y es presidenta de la Asociación de Sordos Junín.
Con el acompañamiento de un grupo de colaboradores, lleva a cabo una destacada labor dentro de la asociación y el desafío constante se concentra en fomentar la inclusión de las personas sordas en la sociedad.
En diálogo con El Diario del Lunes, Di Sascio brindó detalles del trabajo que se viene realizando y remarcó la necesidad constante de obtener recursos.
En principio, comentó: “Siempre estamos con desafíos, con objetivos a cumplir. Hoy la persona sorda se encuentra con que la traba principal es la imposibilidad de comunicarse con la mayoría que son personas oyentes que usan una lengua oral”.
Amplió: “La mayoría lingüística oyente desconoce totalmente la lengua de señas argentina y su forma de comunicarse. Inclusive, la mayoría no sabe que existe una cultura sorda que es diferente a la oyente que, además, se ven dificultados para ejercer sus derechos civiles. Si bien votan, a veces pasa que desconocen a quien están votando, qué propuestas tiene, qué representa esa persona, y esto es por falta de accesibilidad de la lengua de señas”.
Luego comentó: “La asociación ofrece talleres y charlas para promover la inclusión y accesibilidad. Tenemos un taller que se llama 'Los sonidos del silencio' donde explicamos las cuestiones básicas para poder comunicarse. También brindamos apoyo a las personas sordas y sus familias en diferentes ámbitos, como la educación y la salud”.
En el contacto con este medio, Di Sascio también contó que la asociación necesita apoyo y recursos para seguir trabajando en beneficio de las personas sordas.
Detalló: “Hoy estamos necesitando computadoras para fomentar el conocimiento de su uso en los jóvenes y que puedan tener otra forma de comunicación. Al ser muy visuales necesitan ver qué expresa el otro con sus manos, con su cara y su cuerpo”.
Completó: “También necesitamos el compromiso para que las leyes se cumplan. Hay una ley nacional que es la 27710 que reconoce la lengua de señas y que habla de cómo el estado garantiza el acceso a la educación en todos los ámbitos, pero no se pone en práctica porque supone un presupuesto”.
También se refirió a la necesidad que “desde la provincia de Buenos Aires se reconozca la lengua de señas, como patrimonio cultural de las personas sordas y como lengua natural”.
Pintar Junín
Por otra parte, Di Sascio especificó: “A futuro esperamos poder pintar Junín con el dactilológico eso creemos que es importantísimo para dar a conocer que la ciudad tiene una asociación, que tiene una comunidad sorda con una identidad cultural propia y trabajaremos en la redacción de proyectos de ley que mejoren todas las áreas educación, salud el ámbito judicial, y en lo inmediato hemos presentado con la diputada Micaela Olivetto un trabajo en conjunto”.
Concluyó: “Mi mensaje es que se acerquen a las asociaciones, que conozcan la cultura sorda que es muy rica en todos los aspectos. Un pequeño esfuerzo por conocer la lengua de señas, la cultura sorda, cómo viven, cuáles son sus tiempos, puede significar mucho para la persona sorda porque hace que se integre socialmente y que tenga accesibilidad en un mundo hecho por y para oyentes”.